martes, 9 de marzo de 2010

SEÑOR DE QUINUAPATA


ESCRITO POR: Juan de Mata Peralta Ramirez

Dice la tradición huamanguina, que esta venerable imagen de Jesús Crucificado, apareció milagrosamente, atado a un molle en la planicie de ahora conocemos con el nombre de Quinuapata.

Acaeció este hecho, el año 1855 poco más o menos. Noticiaron esto, al Santo Sacerdote Alvarado, quien lleno de piedad y unción mística, hizo trasladar a la Iglesia de Santa Teresa procesionalmente en compañía de una multitud inmensa de gente devota.

Ya instalado, en uno de los altares de aquella iglesia, adornaron con flores, guirnaldas, simplomas y ceras de libra, para comenzar al día siguiente con una solemne novena.

Abierta la Iglesia, para la primera Misa del novenario, cual fue la sorpresa del Cura Alvarado, el Sacristán y público que habían venido a participar en aquel sagrado tiro: El Señor Jesucristo Crucificado había desaparecido.

Fueron a buscar a todas partes, y alguien dio noticia, que se hallaba en el mismo lugar que antes lo habían encontrado. Entonces dijeron: El Señor quiere estar como atalaya de nuestra Huamanga, para librarle de toda calamidad telúrica, y ese mismi día comenzaron a abrir los cimientos de una pequeña capilla por minca; hasta ahora pocos años, que por entusiasmo del P. Idoyaga, sacerdote franciscano e ingeniero por afición, le ha levantado la actual capilla, bajo la dirección del Padre; hermosa y majestuosa que los huamanguinos del presente siglo, admiramos y veneramos al milagroso Señor de Quinuapata.

La romería, todos los viernes es imponente, centenares de fieles acuden a orar al Señor. Un Alcalde entusiasta, hizo construir una carretera, por eso, hasta los turistas gringos, van a rezar sus Padre Nuestros y prender su velita al Señor, en sus cómodos y confortables autos.


El santuario del señor de Quinuapata:

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