domingo, 2 de mayo de 2010

MEDICINA NATURAL



La medicina ancestral de las culturas andinas y amazónicas, acumulada a través del tiempo, se ha convertido en una fuente de sabiduría debido a las posibilidades que ofrece para el tratamiento integral del bienestar humano. Sin desmerecer los conocimientos médicos facultativos de la cultura moderna, los que de hecho son complementarios, la medicina tradicional se ha convertido en la puerta de entrada hacia un universo mágico compuesto no solo por el profundo saber de las propiedades curativas de las plantas medicinales, sino que, por sobre todo, tras de ella convergen filosofías de vida y espiritualidad enclavadas en una concepción sagrada de los elementos naturales.
Los componentes de la naturaleza, es decir, las plantas, animales, minerales y el hombre, no son considerados objetos inanimados con propiedades químicas susceptibles de extraer para el beneficio personal o material. La naturaleza, concebida como la energía vital más poderosa, alberga vida, fertilidad, productividad y sanación. Detrás del mundo material actúan energías propiciatorias de la salud y de la buenaventura, del buen entendimiento y de la perspicacia, de la búsqueda de la armonía y la paz; en otras palabras, las plantas actúan según la voluntad de las energías espirituales que la componen. Esta forma de mirar el mundo nos lleva a considerar “lo racional de lo irracional, lo tangible de lo intangible y lo visible de lo invisible”. Adentrarse en esta perspectiva le permitirá entender de una manera más amplia los principios de la salud física y la espiritual del ser humano. Los espacios andino y amazónico, gracias a sus privilegios ecológicos, han generado gran variedad y cantidad de plantas, animales y minerales, pero también, albergaron y aún albergan culturas ancestrales profundamente emparentadas con los elementos naturales.
Ambas cosas, naturaleza y hombre, permitieron que durante milenios se construya una sabiduría ancestral cuyo fin es curar el cuerpo y el espíritu a través de las energías que poseen los elementos naturales. Por ello, algunas plantas, como la hoja de coca o “mamacoca”, la datura, el tabaco y la ayahuasca, son consideradas plantas sagradas, porque nos permiten “abrir los ojos” y nos dan la oportunidad de iniciar un viaje dentro de nosotros mismos para que podamos observar e interpretar con más claridad nuestro entorno AGUA, FUEGO, TIERRA y AIRE, son los cuatro elementos de la naturaleza. Dejemos de verlos como “recursos” y démosles categorías más altas, talvez “elementos purificadores y sanadores”, “recursos espirituales” o “energías vitales”. Todo padecimiento físico y psíquico que el hombre sufre durante su vida está relacionado con el desequilibrio o el desgaste de una o de las cuatro energías vitales de la naturaleza. Para recomponer este equilibrio o revitalizar la pérdida, necesitamos de la ayuda de especialistas, de médicos andinos o amazónicos que heredaron por la fuerza de la palabra sus conocimientos ancestrales. Como vemos, es una ciencia que escapa a certificados o títulos emitidos oficialmente, es una ciencia honorífica, es una ciencia sustentada en la universidad de la vida, aquella que da certificados fechados en milenios; pero no es un conocimiento privilegio de todos, sino de aquellas personas que eligieron ser sus portadores por convicción o por herencia; esta ciencia es potestad de aquellas personas que decidieron encaminarse en una vida espiritual armoniosa, de constante aprendizaje, de crecimiento personal, de autorreflexión, de paz y armonía.
Las personas que sufren diferentes dolencias en su cuerpo entran en consulta en la casa de atención del Señor de Cora Cora de Ayacucho, depositando toda su fe en Dios para ser sanados, muchos de ellos desahuciados por la medicina actual, pero con la esperanza de ser restablecidos de su salud aguardan la fe en Dios a través de sus Ángeles, después de ser diagnosticados se someten a tratamientos con 50% medicamentos naturales y 50% medicamentos químicos los resultados son sumamente increibles y asombrosos que esta escrito en el libro de testimonios verdaderamente sorprendentes.

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